Los tribunales checos reconocen que SPD y Stačilo! actúan como coaliciones encubiertas, pero no las anulan

Cartel electoral Stačilo! – foto de mi autoría.

Contexto político de Okamura y Konečná

La campaña electoral en Chequia ha estado marcada por un eje inesperado: la ultraderecha de Okamura y comunista de Konečná aparecen unidas en una estrategia común que aprovecha vacíos legales y, además, genera preocupación sobre el rumbo democrático del país.

Elecciones en Chequia 2025

Romea.cz informó el 10 de septiembre que la justicia confirmó la irregularidad; sin embargo, las listas siguen en pie. En consecuencia, una alianza entre populistas de derecha y comunistas podría alcanzar hasta un 20 % del electorado y, por lo tanto, desafiar la línea proeuropea de Chequia en las elecciones de 2025.

Dos figuras en las antípodas, unidas por el descontento

En la política checa, Tomio Okamura encarna a la ultraderecha populista. Hijo de padre japonés y madre checa, ha construido su partido SPD (Libertad y Democracia Directa) sobre un discurso contra migrantes, musulmanes y la Unión Europea.

Quien es Okamura

En la política checa, Tomio Okamura encarna a la ultraderecha populista. Hijo de padre japonés y madre checa, ha construido su partido SPD (Libertad y Democracia Directa) sobre un discurso abiertamente racista, xenófobo y con rasgos fascistas. No se trata solo de una fuerza conservadora más, sino de un proyecto político que cuestiona principios democráticos básicos.

Quien es Konečná

En el otro extremo del espectro ideológico aparece Kateřina Konečná, presidenta del Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSČM). Su fuerza perdió representación parlamentaria en 2021; no obstante, busca resucitar mediante la plataforma Stačilo! (“¡Ya basta!”), que aglutina comunistas, viejos socialdemócratas y pequeños partidos regionales.

Que se junten comunistas nostálgicos y ultraderechistas nacionalistas parece un oxímoron. Sin embargo, los une algo: el rechazo frontal a la UE, a la OTAN y al apoyo militar a Ucrania.

La maniobra legal: coalición sin llamarse coalición

Según varios tribunales regionales, SPD y Stačilo! actúan como coaliciones de facto, pero sin declararse oficialmente. En consecuencia, esa jugada les permite evadir la ley electoral, que obliga a las coaliciones a superar una barrera de entrada más alta (10 % de votos en lugar del 5 % que necesita un partido).

Los jueces reconocen la trampa, hablan de “coaliciones encubiertas” y de “condiciones desiguales”; sin embargo, no se atreven a anular las candidaturas para no desestabilizar la campaña. El resultado es claro: las listas siguen en pie.

La justicia prefiere mirar hacia otro lado

Los magistrados admitieron el problema, pero justificaron su pasividad en nombre de la “estabilidad del proceso electoral” y la protección de la “libre competencia política”.

Traducido: mejor tolerar la trampa que arriesgar un choque institucional en plena campaña.

El mensaje es ambiguo: sí, hay infracción; no obstante, no habrá sanción.

Stačilo! responde con victimismo

Roman Roun, portavoz comunista y cabeza de lista en Pardubice, presumió: “Catorce tribunales no anularon nuestras candidaturas, y eso es lo esencial”.

Konečná fue más allá: aseguró que los votantes “no deben temer perder su voto” y, además, denunció un ataque político dirigido.

Programas calcados, redes compartidas

Más allá de lo legal, el parentesco político es evidente.

Por ejemplo, coinciden en la salida de la OTAN y la UE, el cierre del Senado y el fin del apoyo a Ucrania. Asimismo, comparten escenarios y asociaciones, como el grupo Svatopluk.

Aglutinan pequeñas fuerzas a su alrededor: Stačilo! con comunistas, socialdemócratas y moravanos; SPD con Trikolóra, Svobodní y PRO.

En consecuencia, politólogos calculan que estos “conglomerados del descontento” pueden rozar el 20 % del electorado, un peso que obligará a cualquier gobierno a contar con ellos en el mapa poselectoral.

El vacío legal que urge llenar

Constitucionalistas ven en esta batalla judicial una oportunidad para reformar la ley electoral. Hoy, la definición de “coalición” depende más de la voluntad de los partidos que de la letra de la norma.

El Tribunal Constitucional aún debe pronunciarse; sin embargo, el calendario juega en contra: es incierto que decida antes del 3 y 4 de octubre, fecha de las elecciones.

Una democracia a medias

El episodio muestra una democracia que reconoce la trampa pero la tolera. Los jueces hablan de “advertencia”, pero la advertencia sin consecuencia es apenas ruido.

Mientras tanto, Okamura y Konečná convierten la ambigüedad legal en plataforma electoral. Y los votantes, atrapados entre la desconfianza y la rabia, tendrán que decidir en las urnas si avalan con su voto esta jugada política pese a sus irregularidades o, por el contrario, si prefieren marcar un límite a quienes utilizan la ambigüedad legal como estrategia.

Tomio Okamura, líder de SPD. Foto: David Sedlecký / Wikimedia Commons, licencia CC BY-SA 4.0.

por cronicasexilio

Periodista y defensora de derechos humanos. Actualmente en el exilio en Europa, donde continúo denunciando la discriminación, el racismo y el auge del neonazismo. En este espacio comparto crónicas, investigaciones y reflexiones desde la resistencia.

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